Fintech

Es justo decir que los bancos en México no tienen la mejor reputación, y probablemente es mucho peor. Pero fintech podría ofrecer una solución.

La situación bancaria del país es complicada. En México hay más personas con teléfonos celulares que con cuentas bancarias, y las que cuentan con acceso a los servicios bancarios enfrentan una batalla cuesta arriba; con un promedio de tan solo 14 sucursales por cada 100 mil habitantes, los bancos siempre están llenos, los tiempo de espera son eternos, y algunas veces la sucursal a la mano no es la más cercana.

Esta situación ha abierto la puerta para una amplia gama de tecnologías financieras (Fintech). Desde micro préstamos y servicios de préstamo entre usuarios, a empresas de remesas y alternativas bancarias de uno a uno, el espacio está creciendo más rápido de lo que los reguladores hubieran imaginado. Y los bancos comienzan a sentirse temeroso de esta situación.

Siendo la industria fintech más grande en latinoamérica, con más de 238 empresas de reciente creación, ofreciendo sus propias soluciones para los obstáculos financieros del país, es comprensible el miedo de la banca tradicional.

Finnovista, una plataforma que apoya a  las nuevas compañías de fintech, difundió  un estudio realizado en 2017, en el que se menciona que estas nuevas empresas podrían tomar hasta un 30% del mercado bancario mexicano en los próximos 10 años; pero este proceso se podría estar acelerando más de lo previsto.

Statista estima que el mercado fintech mexicano alcanzará los $70 mil millones a finales de 2018, y el número de usuarios se disparará a más de 111 millones para 2022.

Estas novedades han forzado a la legislación mexicana a tomar muy en serio esta revolución financiera.

Leyes para la fintech en México

A principios de Marzo de 2018, las leyes que apoyan la industria de la tecnología financiera  recibieron gran ayuda de la mayoría en el congreso, aprobando estas con una mayoría de votos del 75%. Aunque se asentaron algunas restricciones al espacio, la ley apoya de manera abrumadora en conjunto a la industria.

Dicha ley incluso provee una definición abierta para los activos digitales: “La representación de valor registrada de forma electrónica, y usada por el público como una forma de pago para todo tipo de actos legales, y cuya transferencia sólo puede llevarse a cabo a través de medios electrónicos”.

Esto es de suma importancia porque abre la puerta a las compañías que proveen servicios de tecnología financiera para utilizar criptomonedas en transacciones de remesa, una industria  que se estima maneja más de $28 mil millones de dólares entrantes a territorio mexicano, y que representó un crecimiento del 10% en el Producto Interno Bruto en 2017.

Estos pagos cobraban importantes sumas  por cada transferencia y tardaban días en ser procesados, pero con la nueva ley, los ciudadanos pueden acceder a estos servicios a través de instituciones fintech que utilizan criptomonedas a una tasa más baja y con un tiempo de procesamiento mucho más rápido.

Otra parte de la ley apuntó a las divisas de criptomonedas.

Bajo la nueva ley, las divisas fueron clasificadas como Instituciones de Tecnología Financiera, y cayeron en la jurisdicción del Banco Central de México. Por esta situación ahora las divisas digitales requieren la aprobación del banco Central para operar. Adicionalmente, el banco central será la voz decisiva en aprobar  que criptos pueden cotizar, un tema que ha recibido muchas críticas por parte de los cripto-entusiastas.

Las divisas ahora también deben divulgar los riesgos asociados con su operación, específicamente  señalar que no tienen reconocimiento legal por parte del gobierno del Banco de México, además se debe notificar a los consumidores que revertir una transacción puede ser imposible.

Nuevos acontecimientos en la ley para fintech

El 27 de julio de 2018, el banco de México anunció una nueva adición a la ley para tecnologías financieras, restringiendo las casi instantáneas transferencias de fondos  interbancarios dentro del país, que utilicen el Sistema de pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) a divisas de criptomoneda.

Antes, las transferencias o retiros de fondos desde o hacia una cuenta de banco mexicana, eran casi instantáneas; pero bajo la nueva disposición, los bancos deben tomar medidas extra para validar la transacción, ralentizando el proceso y haciendo posible disponer de los fondos hasta el siguiente día hábil.

Fintech en Latinoamerica

Como líder del movimiento fintech en latinoamérica, es razonable mencionar que México está poniendo un buen ejemplo. Incluso los mexicanos se están preparando para su primer Bitcoin Day en el país, que se llevará a cabo en la ciudad de Monterrey.

Aunque algunas partes de su ley de fintech pueden ser controversiales, el país está haciendo mucho por las pequeñas empresas buscando tomar el lugar de las grandes instituciones bancarias, y preparando terreno para otros en la región.

Brasil y Argentina también están construyendo su progreso en el espacio. Otros países se encuentran en una situación similar a la de México, ya que tienen más usuarios de telefonía celular que de cuentas bancarias, el caso para abrir nuevas formas financieras está muy claro.

La adopción de las criptomonedas aún está rezagada en comparación con Europa o Estados Unidos, pero estos mercados emergentes se están posicionando como países que verán tomar  el mundo a las empresas fintech y las criptomonedas.

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